Hace una década la mayoría de edificios estaban instalando pavimentos fáciles de abrillantar, ya fuera mediante pavimentos duros o por composiciones a base de vinilo (PVC), ya que primaban, por encima de todo, el brillo de los pavimentos.
Las tendencias han cambiado, en estos momentos prevalecen los pavimentos con acabados antideslizantes fáciles de limpiar e higienizar. Antes de consideraba que un pavimento antideslizante tenía que ser forzosamente un pavimento rugoso, pero hoy en día existen productos que permiten dar acabados antideslizantes incluso al mármol, al terrazo o al granito.
Fuente: Documentos ITEL
